Tlatelolco, su historia y sus fantasmas
Un lugar con cientos de años de historia, un templo, una ciudad ancestral que ha llevado muertes cargando desde siglos pasados. Desde combates con otras ciudades, luchas con conquistadores españoles a su llegada, hasta pestes o epidemias traídas por los invasores, que han dado como resultado los asesinatos y muertes de miles de personas que han sido enterradas muchas veces en fosas comunes.
Posteriormente, después de que esta región sirviera como un lugar para evangelizar a los indígenas, un tiempo permanece semidespoblada. Fue hasta el porfiriato cuando se establecen nuevas industrias y un sistema de tranvías, que traen consigo nuevos habitantes, pero al mismo tiempo se establece una prisión militar que servirá para tiempos de la revolución. Aunado a ello, se vuelven a utilizar las fosas comunes para enterrar a todos los muertos surgidos de las luchas revolucionarias.
Ya para los años 60´s se tiene el trabajo de varios arqueólogos explorando la zona, la cual también se tiene en la mira para la construcción del conjunto urbano Nonoalco Tlatelolco. Dicha construcción albergó aproximadamente cien edificios con casi doce mil departamentos, locales comerciales, escuelas, hospitales, centros deportivos, teatros, oficinas administrativas e incluso un cine. Carlos Monsiváis hacía referencia a esta unidad habitacional como “La utopía del México sin vecindades”.
Este conjunto urbano fue inaugurado en noviembre de 1964 por el presidente Adolfo López Mateos y fue hasta cuatro años después, el 2 de octubre de 1968, que se registra otra de las peores matanzas de Tlatelolco. En la plaza de las tres culturas se celebraba una reunión estudiantil para tratar temas del movimiento social que se suscitaba en esas fechas. El ambiente ya estaba tenso por el próximo comienzo de las olimpiadas de México 68, por ello el presidente de aquella época dio la orden para resguardar dicha área.
Mientras el evento terminaba de forma pacífica, un helicóptero comenzó a sobrevolar la plaza y algunas bengalas se observaron en el cielo. En ese momento francotiradores del llamado Batallón Olimpia abrieron fuego en contra de los manifestantes y militares que se encontraban aun escuchando el mitin. En su confusión los militares también comenzaron a disparar en contra de los manifestantes. La cifra de muertos revelada por el gobierno no estuvo cerca de la realidad, diversas investigaciones hablan de que murieron más de 300 personas aunque nunca fue declarada la verdad.
Varios años más tarde otra tragedia llega a Tlatelolco, pues un terremoto de 8.1° Richter azota la ciudad de México. El edificio Nuevo León se vino abajo en su mayoría, pues la mala cimentación y construcción de éste en conjunto con la corrupción del gobierno no ayudó para que en su momento se hiciera algo para mejorar la situación. De manera extraoficial se da una cifra que supera los mil muertos y pérdidas irreparables se desvanecen con el tiempo.
Todos estos sucesos han llenado con una energía fuerte y pesada el conjunto habitacional, energía que muchas veces es percibida cuando entras a los edificios. Varios de los vecinos hablan de fantasmas que se ven pasar entre los edificios sobre todo por las noches. Ruidos extraños, gritos en las escaleras, en los sótanos o en los departamentos contiguos son escuchados por los habitantes causando pena o miedo en algunos, pues se dice que varias almas siguen atrapadas en esa región.
Han surgido leyendas como la del muchacho que corría aún de madrugada a través de la plaza desvaneciéndose siempre a determinada hora, gritos de muchachos que pareciera que corren en las escaleras o hacia los sótanos tratando de esconderse, voces de niños en departamentos donde no los hay e incluso apariciones fantasmales.
Basta con que visites un edificio y entres a uno de los elevadores que en cada piso son cerrados con una segunda puerta desde el exterior para sentir un poco de miedo. Incluso, puedes observar desde algún piso alto hacia toda la unidad habitacional para sentir la nostalgia que causa el conocer todas estas tristes historias, a veces hasta pareciera que alguien te observa desde las ventanas de los apartamentos. O quizás, bastará con pasar la noche en uno de los departamentos, con suerte podrás presenciar un hecho sobrenatural.
